Los tipos

Puede que pasen días, semanas, meses y años. Que las horas destinadas a diluir cada sueño en vida, se deshagan de alegría en realidad pura. Que la tristeza, contenida en la neurosis de familia, se haga día al final de la noche. Que cada noticia aleje por eventos las enfermedades matutinas. Y que la terapia del tiempo evolucione cada uno de los puntos de vista, que cambie la forma de ver, de vivir la vida. Porque los tipos caminamos, pero la calle también cambia según la vereda.

Puede que el tipo analice, reflexione y que se incomode. Que se escape y se camufle. Que se transforme en otra cosa. Pero si fuese otra cosa, entonces ya no sería el tipo. Sería otro; otro tipo.

«¿Te das cuenta Benjamín? El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín. No puede cambiar de pasión.»

El secreto de sus ojos - lunes, cuatro de abril de 2011

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