Invierno 2001

Me levanto a la mañana escuchando, la miseria cotidiana.
Rápido desayuno y a correr que el tiempo es la amenaza.
Ficho tarjeta y bienvenido a la prisión.
El saber es la prisión del año 2001, la ignorancia libertad.
Una rutina hasta mediodía, historias viejas para la tarde.
Proyecto del proyecto de proyectar nada con nadie.
Para el anochecer, humedad.
Retraso de ocaso y un retazo de ansiedad.
La tele dijo nada más y ahora, hasta mañana.

sábado, veintiocho de julio de 2007

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