Los tipos

Puede que pasen días, semanas, meses y años. Que las horas destinadas a diluir cada sueño en vida, se deshagan de alegría en realidad pura. Que la tristeza, contenida en la neurosis de familia, se haga día al final de la noche. Que cada noticia aleje por eventos las enfermedades matutinas. Y que la terapia del tiempo evolucione cada uno de los puntos de vista, que cambie la forma de ver, de vivir la vida. Porque los tipos caminamos, pero la calle también cambia según la vereda.

Puede que el tipo analice, reflexione y que se incomode. Que se escape y se camufle. Que se transforme en otra cosa. Pero si fuese otra cosa, entonces ya no sería el tipo. Sería otro; otro tipo.

«¿Te das cuenta Benjamín? El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín. No puede cambiar de pasión.»

El secreto de sus ojos - lunes, cuatro de abril de 2011

Pero tengo una ventaja, chiquita

Me meto en la cabeza una idea, y la sostengo. La busco, la afirmo, la pienso. Me choco contra una pared y reveo. Rebusco, repienso, reencuentro. Y vuelvo a pensar, y empiezo de vuelta a buscar la ventana que me lleve a la idea que me metí en la cabeza. Y la sostengo. Y si encuentro un martillo, revoco. Revoco la pared y la cabeza. Revoco el tiempo. Aunque la idea no sea la misma, sea como fuera, pase lo que pase, cueste lo que cueste. Llego.

El secreto de sus ojos - lunes, cuatro de abril de 2011

El general dijo lo que tenía que decir. Y bueh.

Son complicados los sueños. Entre otras cosas porque tienen un punto A, indeterminado sobre algún momento de la noche, y un punto B al despertarse. Podrá ser muy lindo, bonito o barato. La represión del deseo o el deseo hecho carne, pero carne de sueño, miedo, ficción, confusión, retazo de cielo, pueblo. Una oportunidad, otra vuelta de tuerca, una escalera que llega a algún cielo.

Los sueños son un intento. Pero no cualquier intento. Son las ganas de que lo que quiere ser, sea de nuevo, de vuelta, o que de una vez por todas sea. Ideal oportuno de realidad posible a conquistar, con un impulso de voluntad. Paciencia y llegar. Jugar.

Pero también hay punto B, y hay despertar. Y eso también es sueño. Y me despierto de nuevo, sueño tras sueño. Y la verdad es que no se que hacer.

El secreto de sus ojos - martes, diez de agosto de 2010

Estado de amor puro

Esa es mi «pasión». No solo es de Rosario y de la historia. Y cuando digo historia no me refiero solo a La Historia. Me refiero a otra historia, que no por no ser señora sea menos importante. Mi pasión es pulsar en mi cabeza noche tras sueño y mañana, un amor conjugado por el todo. Por mi y por vos, que sos lo que yo pretendo que seas. No solo idea, también proyecto. Proyecto de miedo y de sur y de cielo. Un amor construido por cada segundo de imaginación estacionada en una docena de momentos, que no por ser simples sean menos que otra historia. Un amor transcendente, que perdure intacto, «sin el desgaste de lo cotidiano».

El secreto de sus ojos - martes, diez de agosto de 2010

El tipo

«Y vos Benjamín. No hay manera que te puedas sacar de la cabeza a Irene. Y la mina tiene más ganas de casarse que Susanita. Debe tener más de treinta y siete revistas de trajes de novia arriba del escritorio. Se comprometió con fiesta y todo, pero vos seguís esperando el milagro Benjamín. ¿Por qué?»

Porque las voluntades son atemporales. Se cruzan con la vida como los arcoiris unen cielos con cascadas, desdeñando al horizonte. O embelleciéndolo.

Porque siempre supe que estaba ese algo, más allá de todo. Más allá de los cuándos del deseo. De las distancias. Las negaciones. Los desentendimientos y las rendiciones. Algo más allá de nuestros «mirar para otro lado». Más allá de vos y más allá de mi. Algo que inventamos nosotros. Que estamos descifrando. A lo que no renunciamos. A lo que estamos llegando.

Porque me encanta pensar que existe ese algo. Me apasiona. Creer que hay un destino. Que es mayor a esta vida. A las vidas. Creer que los sueños y las señales son parte de ese algo. Que mis elecciones están configuradas en un mapa todo. En un todo de algo.

Porque el milagro no existe. Porque depende de tu puedo y de mi quiero que el TEMO se convierta en TEAMO.

El secreto de sus ojos - lunes, doce de abril de 2010