El capítulo I de NUESTRA rayuela

Un número de caras está encerrado en la tuya. Un número de muecas están perdidas en tus fotos. Un número quizás más chico, de preguntas se encierran en las historietas de Mafalda que rebotan como los títulos de las películas que bajas. o la meta melancolía. O las artesanías. Un gran manojo de grises, que incluyen alegrías, confusiones, sonrisas y confianzas. Pensar muy, pero muy bien, antes de patear el tablero para romper el esquema y empezar de nuevo.

Y sobre las canciones. Una tras otra que hablan de mi en el auricular de tu celular que pinta nuestra bandera. Y sobre los pinceles que caminan en la búsqueda por tantas cuadras de conocerte. Y sobre facturas y salamines. Y sobre estudiar y despertarme antes que me despiertes. Sobre desayunar juntos. Sobre ver las pecheras. Sobre la nueva ley y el Congreso. Sobre no querer irme. Sobre sincerarnos, fusionarnos y dormirnos. Sobre despertarnos.

Aprender que lo que no me cierra no me encierre. Y que mis manos en tu espalda equilibren la balanza del peso de tu historia. Para bien o para ahora. En el aniversario del día que tu cuerpo le dio vida al nombre de la chica que Norita se cruzó arriba de ese colectivo.

Rayuelas - sábado, veintiuno de noviembre de 2009

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