De eso se trata, «despertate»

Señales hay en todos los sentidos. Están las reiterativas. Las que vienen en canciones. Las que pasan desapercibidas. Las obvias. Las palabras. Los sueños.

Como grietas del presente, traspolan secretos, centros de Dios y colores para hacer del Destino lo que debe ser o lo que pudiera. Están en la radio, en la vereda, en las revistas y el diario, en los desconocidos.

De alguna manera son intuiciones de la mente, que presionan todo el tiempo para escribir una historia. Un giro de 180 grados. O simplemente para saber ser desapercibidas.

Señales era lo que un casi verano, fusionaron el plan de estar juntos, poniendo mi nombre detalante de tu frente. Y el grafiti sobre aquella pared de Morón, frente a la que pasaba el UNO, le terminó de poner fin a lo que nos negamos en dejar caer en las tumbas de la gloria.

Bitácora Destino - jueves, uno de abril de 2010

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