Almar

Una sinfonía desarmoniosa, de amor y deseos. Perdidos encontrados. Atorados con pensamientos que atraviesan el espacio tiempo. Aceleran los látidos de congoja y acongojan las gaviotas, de una nota de derrota.

Las olas rompen la arena en la playa, con tu sonrisa pendiente, en la marea obediente. Cada sol y cada sombra cada verano como otra polaroid de la misma locura extraordinaria.

Recordar - sábado, veitiseis de octubre de 2013

Un hombre

Después de los libros, después del te y la manzana de cada mediodía, Coco se subía al 106 como todos los días. Dejando en pausa al Señor Paz y a las compañeras, dejando al estudiante de medicina que no se sentaría en el suelo y al libro de biología que estaba tan arriba.

Hubo una vez en que no había colectivos y Coco caminó las cien cuadras del atardecer hasta Floresta. Miraba siempre adelante, mientras recordaba. Es que si lo pienso un momento, Coco en verdad fue coraje todo el tiempo; y ante la adversidad, gigante.

Recordar - domingo, cinco de agosto de 2012

Una canción en la pared de Dancing Mood

Una Cultura Profética en la estación Ministro Carranza. Donde nadie se atreve a recordar el asiento donde, somnolienta y pacienzuda, me esperaste como Penélope, media hora de nuestra vida. Porque creías, buscabas, probar aprobar la cicatriz psicoanalítica de la herida que deja un incendio, abrazo inmenso de ese viejo mundo imposible.

Una escapada abrupta a Escobar. Donde el tiempo se desdiga de la realidad factible, admisible, plausible, real. Dos banderas nunca colgadas en una pared que ya no es pared de ese tercer piso del suelo. Avenida principal de Palermo Ileven, con un puesto anclado en el mercado de la cátedra del proyecto que nunca será de nuevo, lo que ese día a la salida del aula donde me esperaste para contarte que existe, ese nuevo mundo visible.

Una Rayuela hacia todos los fuegos, el fuego. Salta la linda, donde meses después si que arde tanta sal sobre una sola herida. Que no deja permite resiste la idea de hacer de cuenta que no fuimos somos un solo cuerpo indisoluble. Y fundirnos en el destino de decidir compartirnos. Y vencer la idea de bajar de un colectivo que no está dispuesto a seguir camino. Y hacernos el todo, un ratito cada uno. Y construir de una buena vez por todas nuestro macondo. Ese lugar donde Juan Ignacio corre y alcanza tu incapacidad de futuro y mi dicotomía en querer hacer con vos, ese otro mundo posible.

Recordar - viernes, veintidos de junio de 2012

Volver hacia ahora

Un tanto más arriba desde un décimo piso repleto de vidas comienza otro día. El embarazo de mi deseo hecho recuerdo, proyectado en un solo sueño y tan real como el cartón.

Una canción del pasado que dibuja las imágenes del día que caminando por el bajo. Recordaba sus muecas marcadas en la cara con frases cotidianas y ese andar «bien al sur» en la mirada, Esquina libertad otro día y la misma revolución.

Un ser de luz en la vereda peatonal, que se cruza mientras el gol, mientras el mate, desde un hotel hasta tantos otros. La luna parece caminando por Corrientes, que nunca dejará de brillar en un siempre segundo y sonreir hasta Callao.

Recordar - miércoles, treinta de mayo de 2012

Formas

Una lista de referencias a la locura trasluce cada uno de nuestros días. Días de vida que podrían resumirse en dos: el día en que te encontré, y todos los nuevos otros.

Otros dos son los siglos de Sol que tomaron la posta de tus días. Días de compartirnos creando nuestro propio idioma de ilusión indestructible.

Indestrucción sin llegada y sin futuro. El recuerdo de un futuro juntos y un presente, en el que siempre éramos nosotros.

Recordar - domingo, dieciocho de marzo de 2012

Armar de nuevo

Volver a empezar no es una frase fácil de decir, y mucho menos de hacer. Hay que tener muchas ganas, mucho tiempo, mucho todo. Volver, hacer, creer; son muchos verbos suficientes para salir del pasado presente, y saber empezar de cero.
Terminar de relacionar todo con lo otro, es dificil, mucho más el último día. Es que me pasé la vida, convenciéndolos a todos. A los viejos que yo puedo. A mi hermano que puede. A mis amigos que pueden. A los compañeros que se puede. Y a tantos otros como a vos, que se podía.

Recordar - jueves, ocho de marzo de 2012