Cuatro estaciones después

Cuantas ganas tenía.
Trazar como meta la reconquista de tu confianza.
De tu atención. De tu dulzura.
Planes y sueños entremezclados en tu horas.
Tantas noches de sacrificios.
Tanta fe ciega. Tantos planes b dejados de lado.
Por sorpresas y más sorpresas.
Regalos efectistas que te trajeran de vuelta.
Hasta creí que era un milagro.
Tantas ganas de creer en mi y en que se puede.
Y hasta la necedad tenía magia.

Pero el problema no fueron las ganas.
Cuando de tanto intento llegó el milagro.
Y las ganas fueron cierto.
Y al final, ya no fue nada.

Bitácora Destino - sábado, veinticuatro de julio de 2010

nomeolvides

Ojalá me recuerdes cuando se haga de día.
Que los rayos del Sol te retro traigan a una tarde de verano.
A mi cara de sonrisa, leyéndote los labios.
A tus ojos en mi cuerpo.
A las letras de tu cuaderno.

Ojalá no te olvides nunca más de ese día.
Cuando la noche todavía desafiaba tu mañana tan soleada.
La esperanza de querernos.
La espezura de esperarnos.
La alegría de correspondernos.

Ojalá que exista el día.
Por la eterna primavera de mi pensamiento confía.
En tu recuerdo, dormida.
En tu cintura, estremecida.
En tu pensamiento, querida.

Ojalá la vida sea el círculo inevitable que tanto temía.

Bitácora Destino - viernes, nueve de julio de 2010