Crítica a la fantasía y mi actitud adolescente

Estoy obsesionado con la idea de cruzarte. De verte, hablarte, tocarte. Estoy obsesionado con vos. También me acostumbré a idealizarte desde el primer segundo en que se cruzó tu esencia con mi alma. Y te necesito. Pero miento. Porque necesitar por necesidad sería no dudar ni pensar y repensar en lo mejor y lo peor. Lo que si necesito es enaltecerte, mientras busco la forma de hacernos uno de verdad.
El problema, entre tantos, es que no busco ninguna forma de nada. El problema es que ya busqué una forma. El problema es que espero una forma. Que quiero tu forma de nuevo. Por la necesidad, que es de magia. De un efecto sustancioso de color. De cielo, de luna y de sol. Un efecto de vos y de tus palabras. Palabras que leí unas pocas veces, en repetidas ocasiones. Palabras que negué cuando tuve que negarlas, y que ahora las pondero, pero que en verdad nunca termino de conocerlas. Pero me obsesiono con tu ciencia, y las pondero. Una y otra vez las pondero.
En los tiempos vivos, transeúntes, te imagino. Sin tener un gramo de realidad para hacerlo. Pura invención y locura del buen sentido. Bueno porque me sonrío con el afán de divisarte y sonreírte. Para saber olvidarme de tus silencios constantes y negarlos. Mejor aun, poder justificarlos. Explicármelos uno por uno en otras muchas vueltas de tuerca. Esas serán las que maravillosamente nieguen toda lógica del mundo sano, sabiendo hacer reales al destino, al pasado, al futuro y esas cosas que supieron ser y nunca fueron. Que ya no importan, porque tu recuerdo es presente y es sonrisa, en contradicción constante y sonante. Soñarte.
Despertarme un rato antes y volver a dormirme y no encontrarte en el siguiente sueño. Definitivamente despertarme. Y decidirme a no decidir ir hasta tu casa, a tocar tu timbre y encontrarte, de verdad encontrarte. Como en el primer sueño del ante último tiempo de vos. Confundirme con mi mente y mis deseos. ¿A dónde iré a parar? Solitario y solidario. Soñando no accionando. Nada de nada accionando. Todo de algo soñando. Cada día que pasa estoy más desesperado.
Todo lo demás no es nada - viernes, veinticuatro de abril de 2009