Ya no estás

Te veo apagarte, despacio, de a poco.
Colgarte de algo, peleando y luchando.
Con tu final ya previsto, querer despegar.
Cada momento de vos se va en tu voz.
Triste destino de algo que elegiste.
Una despedida que nunca ha sido.
Una pregunta que no podrá contestarse.
Desvanecerte de a poco, cayendo en silencio.
Como una rosa sin pétalos que seguirá brillando.
Tiñéndose de negro, volando a ningún lado.
Sumándote a este cero que no vuelve a empezar.
Para dejar de ser amor, siendo más que un recuerdo.
Con tus destellos de desesperación, desapareciste.
Dejando todo el humo que cubre tu espacio.
Obligándome a jugar sin saber perder.
Sabiendo que nunca más voy a ganar.
Desde arriba, me empujaste, cuidaste, sonreíste.
Porque te veo irte, y no volverte.
Mientras tanto, me siento para siempre a verte apagar.

 jueves, nueve de octubre de 2003